¡Bienvenidos al mundo de Dukattai!

miércoles, 9 de enero de 2013

Yingzar - Capítulo 7




- Hemos recuperado Limgur, y ahora estamos bajo asedio. Han cambiado por completo sus tácticas, tal y como esperábamos. Están construyendo más armas de asedio y no se arriesgan tanto en sus ataques, tienen miedo a morir. Han intentado cortar las rutas de suministros y comunicación, pero el comandante ya esperaba que eso pudiera pasar. Ahora mismo contamos a más de tres mil enemigos en Rincera para apoyar al asedio, que ya de por sí está compuesto por más de mil soldados. También han fortificado su seguridad ante infiltraciones y las ratas recoge cadáveres van siempre en grupos de tres y no se acercan a nuestras murallas, además todos los soldados Fergos se han rapado las cabezas para que sus nucas queden visibles, desconocemos si han adoptado más medidas. Eso es todo. - Ar termina de leer la carta y se la pasa a Greson.

- De acuerdo, ¿qué tenemos nosotros? - Pregunto.

- Las fuerzas de Drosura se han fortificado en Terrot y Yergas y las de Bregis están defendiendo Olnis e Inderia. - Me informa Roice.

- Si no van a atacarnos, Olnis e Inderia no nos interesan, y Terrot está demasiado lejos. ¿Cuáles son las dificultades para tomar Yergas?

- Se han fortificado dentro de la ciudad, - Dice Greson dejando la carta a un lado. - pero también han desplegado grupos de exploradores por los bosques para asegurarse de que no intentamos rodearlos, o atacar algún otro lugar aprovechando que ahora tienen menos gente.

- No quieren volver a quedarse sin rutas de suministros… es lógico, ha sido siempre el punto más débil de su extensa invasión, pero ahora que saben que no son inmortales no quieren darnos ninguna ventaja. ¿Qué hay del río? ¿Podemos usarlo?

- Imposible, - Interviene Ar. - al nivel de Hunsae hay rocas puntiagudas que impedirán el paso a ningún barco más grande que un pequeño pesquero y en Yergas también tomaron sus medidas para evitar que lo usaran para un ataque. Es de suponer que el enemigo sabe hacer uso de ello. Podemos tomar Hunsae y usar el río para hacernos llegar provisiones más fácilmente, pero por el momento no se me ocurre otra forma de usarlo.

- ¿Podemos rodearlos por el sur?

- Tienen más exploradores asentados en Lunfersa. - Dice Roice señalándome el pueblo en un mapa. - No podrán impedir que crucemos, pero una vez lo hagamos estaríamos en territorio enemigo sin ningún lugar donde refugiarnos, nos rodearían y nos aniquilarían.

- ¿Entonces solo podemos intentar asediarlos?

- No sé cuantos hombres traerán los reclutadores de Nuar, pero ya sabes que no se necesita mucha gente para defender una ciudad bien guarnecida y con suministros, los cuales nos serán más difíciles de intervenir. - Nosotros no tenemos miles de hombres como ellos, solo setecientos, y en circunstancias normales podríamos hacerlo, pero tardaríamos al menos un año en tomar la ciudad. El problema es que tendríamos que defender también ésta ciudad, además no creo que tarden un año en tomar Limgur, y seguramente nosotros seríamos los siguientes. Estamos obligados a usar alguna táctica que nos permita darles un duro golpe en el menor tiempo posible.

- Como siempre… supongo que entonces solo podemos arriesgarnos, e intentar cruzar y tomar una ciudad menos guarnecida. Ahora entonces la pregunta es cual.

- Si cruzamos por el sur podríamos intentar tomar Enterio… - Comienza a decir Roice, pero Ar le interrumpe.

- No es una buena opción, nos alejamos demasiado, quedamos completamente rodeados y desde Costrea pueden cortar el curso del río, que es la única fuente de agua potable que tenemos.

- Pero Ridenia queda demasiado lejos. - Le contesta. - Cuando llegásemos ya tendríamos a todos los Fergos de Drosura en nuestra espalda, seremos hombres muertos antes de que podamos tomar la ciudad. Y por el sur está el lago entre nosotros y Venacua. Podríamos intentar hacer un ataque en pinza sobre Yergas, pero realmente no cambiaria mucho nuestra situación; y si intentamos pasar por el norte la dejaríamos a nuestras espaldas, la cual estarán encantados de decorarnos con espadas y flechas.

- ¿Podemos cruzar las montañas? - Pregunto.

- El camino de Golhem nos puede llevar al norte si queremos atacar Terrot. - Responde Ar.

- Pero no queremos, no nos sirve de nada.

- También podríamos ir por la ladera sur hasta Zorsia, que es un pequeño pueblo minero abandonado.

- Ahí se han asentado otro grupo de exploradores. - Informa Roice.

- Entonces es tal como Roice dice. Decoraran nuestras espaldas con muerte. - Añade Greson.

- ¿Y no podemos cruzarlas hasta quedar por detrás de Venacua? - Vuelvo a preguntar, pero más específicamente.

- ¿Con un ejército? Eso es una estupidez. La sierra de Golhem es muy empinada y rocosa. No existen caminos. - También te parecía una estupidez hacerse pasar por Fergos, y mira a donde hemos llegado…

- Eso no es del todo certo. - Dice una voz con marcado acento detrás de mí. - Exeste un cameno. - Me doy la vuelta y veo al príncipe Sernot, heredero al trono de Drosura. No sabía que hablara yulamiano, y lo hace bastante bien, aunque parece tener algún problema con la ‘i’.

- ¿Qué quieres decir, muchacho? - Al General no parece que le caiga bien el heredero, pero mantiene lo suficiente los modales.

- Que exeste un cameno para llegar a Drosura. Tal vez no justo detrás de Venacua, pero cerca.

- Que majaderías, yo nací en esas montañas, las conozco como las palmas de mi mano y no existe ningún camino.

- Entonces deberá merarse otra vez las palmas, jo conozco un cameno en esas montañas. - Esa le ha tenido que doler.

- Cuéntame dónde está ese camino que nuestro querido General desconoce.

- Aqué. - Me responde señalando el mapa con el dedo.

- ¿Lorgea? Ahí no hay caminos, chico. - Le responde Ar.

- Lo hae. Jo vene por ahé.

- ¿Viniste por ahí?

- Se. Es un pueblo menero, como Zorseia. - Parece que sí sabe usar la ‘i’, aunque ponga la ‘e’ al lado. - Sus menas llegan hasta un réo subterráneo. Este. - Señala el río que pasa junto a Zorsia. - Es defécel, ahé lugares en los que hae que cruzar buceando, pero esta vez será a favor de la corrente, será fácel. Aqué podremos abandonar el réo y entrar en las menas de Zorseia. - Todos nos quedamos mirando el mapa en silencio, absorbiendo la información de Sernot.

Será difícil llevar a todo un ejército por ahí, pero no imposible. Nos pondría detrás de las líneas enemigas, cerca de Venacua, y no esperaran que ataquemos por ahí. Podría funcionar.

- No se… llevar un ejército entero por ahí… - Parece que Ar aún no está dispuesto a ceder. - Además que si nos llevamos a todas nuestras fuerzas hacia allí, ¿quién evitara que ataquen la ciudad? Necesitamos más gente.

- En eso yo puedo ayudaros. - La voz de Nuar nos interrumpe repentinamente desde la puerta. - Seguidme. - Nos dice, y se va. Intercambiamos unas miradas y la seguimos. Subimos al tejado de la tienda que usamos ahora para nuestras reuniones estratégicas y nos señala el camino del norte. - Mirad, nuestros nuevos reclutas están llegando.

Dirijo la mirada hacia donde apunta su dedo, y veo a cientos de personas viniendo.

- ¿Cuántos son? - Pregunto impresionado por la cantidad de gente que viene.

- Más de mil. Unos ochocientos tienen la edad para pelear y más de la mitad ya tiene alguna experiencia, al menos hay unos veinte magos. Otro centenar son ciudadanos de esta ciudad que quieren volver a casa y han aceptado las normas, Rubles se encargará de ellos. El resto son huérfanos.

- ¿Huérfanos? - Pregunta Greson. - ¿Has traído un puñado de críos hambrientos a una compañía de mercenarios?

- Bilga me hablo de ellos, son muchos y de muchos lugares. Han perdido a sus familias a manos de los Fergos y ahora ratean por las calles de cualquier ciudad intentando sobrevivir sin nadie que les ayude. Son tantos que se han encontrado algunos muertos, tal vez a manos de otros huérfanos que tienen guerras de territorios, o a manos de mercaderes cansados del aumento de robos que sufren. Necesitan un lugar al que ir.

- ¿Y este te parece el mejor lugar?

- Yo le di permiso para que los trajera. - Le respondo. - Aquí no necesitaran dinero para comer y dormir. Los que sean demasiado pequeños se quedaran aquí, ayudando. Pueden limpiar las calles, ayudar en las cocinas y baños y muchas otras cosas parecidas. Sabes que la gran mayoría de nosotros somos soldados, necesitamos gente que haga esos trabajos. El resto pueden hacer las mismas tareas o aprender a luchar, ya sea con armas o con hechizos.

- ¿Y dónde vas a colocar a un crío con una espada?

- Esta guerra no la vamos a ganar el mes que viene. Puede que no la ganemos en muchos años. Ellos podrían ser el futuro de la compañía. Y a nosotros nos son más útiles aquí que robando por las callejuelas de las grandes ciudades.

- Si tú lo dices… ¿te das cuenta de lo que viene ahora?

- ¿El qué?

- Una reorganización completa de nuestra compañía.

- ¿Qué quieres decir?

- Lo que te quiere decir el viejo, es que para dirigir a toda esa gente en la batalla necesitas algo más que tres tenientes, un capitán y un sargento. - Me contesta Ar.

- ¿Y qué nos hará falta para dirigir un ejército de novecientos hombres?

- Al menos un general, dos capitanes, unos cuatro o cinco tenientes y muchos sargentos.

- Entiendo… Greson, te nombro General de la compañía. - La noticia parece llegarle de sorpresa. - Tenemos que preparar una reunión para organizarnos. No quiero que los nuevos reclutas vean que no hay orden o jerarquía.

- Vaya… no esperaba este ímpetu tan repentino.

- Rechazaste el cargo del mismísimo Rey diciendo que estabas viejo, lo rechazaste en Bregis cuando te lo ofrecí, diciendo que no éramos tantos como para que lo necesitáramos. Ahora lo necesitamos y no acepto un “no” por respuesta. Como tú líder, te ordeno que lo seas.

- Entiendo. Acataré la orden. Pero quiero a Roice de capitán. - El aludido se muestra claramente consternado.

- De acuerdo. Roice, te nombro capitán y te voy a dar tus primeras órdenes como tal.

- Sí señor.

- Que todo el mundo sepa sobre vuestras nuevas asignaciones y que se preparen para recibir a los nuevos reclutas, que el Sargento Serfer se ocupe de llevar a todos los civiles y no combatientes ante Rubles y Bilga, ellos se ocuparan de colocarlos; y que los tenientes Frepor y Melvich se ocupen de alistar, evaluar y equipar al resto de reclutas. Ésta noche haremos una reunión para organizar a todos los nuevos miembros y quiero que asistan todos los oficiales.

- Lo haré de inmediato. - Se marcha dispuesto a cumplir con su deber.

- Greson, busca a otro capitán, ya sea entre la gente que ya conocemos o entre los nuevos reclutas, confío en tu criterio. Esta noche en la reunión hablaremos sobre tenientes y sargentos.

- De acuerdo.

- Nuar, coge a Jeves y Lenger y ocúpate de los magos, si alguno es sanador envíaselo a Herge o Salvin.

- Entendido.

- ¿Yo puedo acompañar al viejo en su caza de talentos? - Pregunta Ar.

- Que lo decida él.

- No tengo ningún problema.

- Entonces id y cumplir con vuestras órdenes. -Todos se marchan, dejándonos al príncipe y a mí solos. La gente ya está entrando en la ciudad.

- Eso ha sedo una buena muestra de cómo debe actuar un léder. - Me dice Sernot.

- ¿Tú crees? Últimamente he tenido más de estos arranques… a lo mejor es como dice Greson, y que el tiempo sea capaz de convertir a un hombre en lo que haga falta.

- Se neceseta tempo para adaptarse ei comprender una nueva situaceón. Pero se no tenes lo necesareo, no importa cuanto tempo pase, no serás lo que queres ser. O eso me deijo me maestro. - Así que tanto Greson como yo teníamos parte de razón. Debes ser líder pero necesitas tiempo para acostumbrarte.

Veo a Merfia sobre la puerta, observando. Me despido del príncipe y me encamino hacia allí, cruzándome a la gente que entra, algunos traen equipaje, pero la mayoría no tienen más que lo puesto. Veo que los niños se mueven en grupos, un poco alejados de los adultos. Me pregunto que deben haber sufrido para desconfiar así de la gente. Un grupo de ellos se aparta de mi camino, y no puedo evitar pensar que parece que tenga alguna enfermedad contagiosa. Subo las escaleras y veo a Jersa junto a la puerta superior.

- Hola, ¿vienes a ver a los nuevos? - Me pregunta.

- Sí, más o menos. ¿Y tú?

- Cuido de Merfia, estábamos en la posada, yo leía un libro y ella miraba el techo, como de costumbre. Cuando de repente se ha levantado y ha venido aquí. Cuando me he asomado, he visto a Nuar llegar con el resto de reclutadores y les hemos abierto las puertas.

- ¿Ella ha sabido que iban a llegar?

- Eso parece, pero no me preguntes como. Nuar cree que tiene el don, pero nunca he sabido nada de ello y tampoco se de ninguna magia parecida.

- Dicen que aún no conocemos ni tan siquiera el uno por ciento de lo que es capaz de hacer la magia, a lo mejor ella tenga alguna habilidad única.

- Como sea, ¿puedes ocuparte tú un rato de ella? Me gustaría ir a ayudar a Bilga para encontrar un buen lugar a los niños.

- Claro, pero esta noche tenemos una reunión importante, intentad acabar cuanto antes.

- De acuerdo. - Se va y yo me reúno con Merfia sobre la puerta.

- ¿Qué te parece? Ya no vamos a tener que seguir luchando solos. - Me dirige una de esas profundas miradas que, según me cuentan Nuar y Jersa, solo dirige hacia mí. - Se acabo el defendernos, ahora nos toca a nosotros atacar. Pero no vamos a caer en los errores de los impacientes, iremos poco a poco. Primero Venacua, la capital de Drosura. Después Yergas, para que no puedan cortar nuestras conexiones. Luego continuaremos empujándoles poco a poco fuera del país. - Las puertas se cierran bajo nosotros. Novecientos soldados… ya tenemos la gente que necesitábamos, y también se como hacer nuestro plan realidad. Hagamos temblar al Rey Fergo.

5 comentarios:

  1. Me intriga Merfia ¿ que papel estás preparando para ella¿

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Enserio crees que te voy a responder? Todavía queda mucho para verlo. Además, si te contestara seria una lastima que jodiera la historia de esa manera.

      Eliminar
    2. Jeje, ahi dejando la intriga. Me gusta.
      Una cosa... te has dado cuenta que a Merfia en la descripcion de los personajes pones que mide 1,87? Peazo tia, no?

      Eliminar
    3. Si te fijas, es justo un cm más alta que Yingzar, es para que ella esté "por encima" de él.

      Eliminar
    4. Aaaahhh... si que me habia dado cuenta de ese detalle, pero ni se me ocurrio pensar en eso. Hoy no hay capitulo?

      Eliminar